La Onicomicosis (OM) es la infección de las uñas producidas por un hongo (Dermatofitos, Levaduras y Mohos No Dermatofíticos). Se trata de una patología muy frecuente (en España, en dos estudios realizados en los años 90 en la población general, la prevalencia de OM causada por dermatofitos fue de 2,6%  y 2,8%, comprobándose un aumento (tanto de la onicomicosis como de la onicodistrofias no micóticas) a partir de los 20 años, siendo su máxima incidencia entre los 40 y 50 años.

ANATOMIA DE LA UÑA


Factores Predisponentes: La diabetes, alteraciones en la inmunidad, alteraciones vasculares periféricas y la edad (posiblemente por el aumento de la prevalencia de las anteriores). También es favorecido por factores externos (mala transpiración, calor, hiperhidrosis, humedad excesiva, andar descalzo en lugares públicos, traumatismos (repetidos ó agudos) y presencia de onicodistrofia .

La uñas infectadas presentan un cambio de coloración, engrosamiento e irregularidad de la superficie, aspecto quebradizo, onicolisis (separación de la uña del lecho ungueal), restos necróticos, mal olor, perionixis (inflamación de la piel que rodea la uña) y presencia de hemorragia en astillas.

ONICOMICOSIS: Pre y Post tratamiento de la Onicomicosis

ONICOMICOSIS:
Pre y Post tratamiento de la Onicomicosis

 

La Onicomicosis se puede presentar de diferentes formas cínicas:

1. Onicomicosis subungueal lateral distal (OSLD) : es el caso más común entre la onicomicosis. La infección comienza por el borde libre de la uña o por un lateral. En ocasiones por ambos a la vez.

2. Onicomicosis subungueal proximal (OSP): es la infección menos común de todas pero la que más facilidad de curación tiene. Comienza por el borde cercano a la cutícula afectando a la matriz y por tanto al crecimiento de la nueva uña.

3. Onicomicosis superficial (OS) : dentro de este hongo, nos encontramos dos tipos de onicomicosis; la blanca y la negra donde el hongo acapara toda la uña pero solo su parte superficial sin llegas a atravesar ninguna de sus capa. Es la que menos profundiza.

4. Onicomicosis endonyx: afecta a la uña invadiéndola por completo y deformándola pero sin dañar el lecho subungueal.

 

5. Onicomicosis distrófica total (ODT): es una distrofia completa del lecho subungueal. Se produce a causa de una evolución de las onicomicosis anteriores. La uña empieza a resquebrajarse, se desmenuza y se rompe.

Los tratamientos con lacas antifúngicas tienen que utilizarse durante  4 – 6 meses y presentan un alto índice de fracasos y recidivas. El tratamiento vía oral  puede tener repercusiones a nivel hepático y se debe realizar también durante un largo periodo de tiempo, siendo complicado su estricto cumplimiento.

Actualmente existe un tratamiento con una gran efectividad (posiblemente superior al 90 % tras 2 – 3 sesiones), como es la aplicación de un láser de Nd:YAG 1.064 Nm. El mecanismo de acción es tan simple como el calentamiento de la totalidad de la uña y así intentar eliminar al agente causal (dermatofito, moho ó levadura) en todo el espesor de la misma.  Hemos comprobado la existencia de varios protocolos (diferentes números de pasadas, diferentes fluencias, separaciones entre las diferentes pasadas, número de sesiones, …) y realmente en CLMT pensamos que es mucho más sencillo: hay que calentar la uña afectada lo suficiente para producir la eliminación del agente patógeno.

Se pueden emplear duraciones de pulso anchas y fluencias de unos 25-30 julios por pulso (la densidad  de  energía  dependerá  del  spot utilizado (1,5, 3, 4, ó 5 mm) y el número de pases y su carencia nos la dará las molestias que originemos (es algo molesto pero solo al final del calentamiento con diferentes pasadas). También se pueden utilizar duraciones de pulso muy bajas (del orden de 0,3 ms) con fluencias bajas y frecuencia de disparo de 2 Hz …es lo mismo, calentar la uña afecta (puede que originen menos molestias). El principio físico es el mismo, calor como eliminación del patógeno. En el primer caso se realiza de manera más rápida y en la segunda de manera más progresiva. Es importante asegurar la aplicación en la totalidad de la lámina ungueal y eponiquio.

Salvo la ligera molestia durante la aplicación, no hay ningún tipo de efectos secundarios. Las uñas infectadas tienen una mayor sensibilidad al dolor (quizás sea debido también a que exista una mayor absorción de la emisión láser por los detritus y restos azufrados presentes en la queratina de las uñas infectadas y a la presencia de perionixis).

Las uñas sin alteraciones, en principio  no están infectadas y no hay porqué tratarlas.

Es preciso realizar una valoración a las 3-4 semanas para comprobar la eficacia del tratamiento, evidenciando que la uña nueva generada en este tiempo tenga un color y morfología normal. Actualmente aconsejamos 2 – 3 sesiones (la 2º ó 3ª como seguridad para evitar sobre-infecciones) separadas 4 semanas (para evidenciar que exista un resultado correcto).