El tratamiento de las estrías con láseres subablativos ó No-Ablativos es una nueva indicación aprobada recientemente por la FDA Norte-Americana (Comité Asesor de la Agencia de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (http://www.fda.gov/default.htm).
Las estrías, son cicatrices lineales de diversa coloración y ancho causadas por el estiramiento rápido de la piel, el cual puede ocurrir como consecuencia de la obesidad, las variaciones importantes de peso, las etapas de crecimiento, especialmente en la adolescencia, el embarazo u otras causas como el síndrome de Cushing. Su aparición es común en el abdomen, en los muslos, las nalgas, las caderas el busto y los brazos.
Hasta la aparición de láseres sub-ablativos (1.320 Nm., 1.440 Nm., 1.450 Nm., 1.540 Nm…) los tratamientos en este tipo de problemas se basaban prácticamente en la utilización de láseres Q.Switched (Nd:YAG 1.064 Nm. – 532 Nm.), Dye (585-595 Nm. de pulso largo), peeling y bioestimuladores. Los resultados no eran satisfactorios y además solían producir hiperpigmentaciones postinflamatorias).
Con la aparición de los láseres No-ablativos, se han conseguido minimizar el tamaño y mejorar la textura y aspecto de las estrías, con muy pocos efectos secundarios y complicaciones.
Las sesiones se deben realizar con una carencia de 5 – 6 semanas. Tras el tratamiento, la zona estará inflamada y la estría se visualizará mejor por estar edematizada. Esto suele durar 3-4 días, pero no impide la realización de una vida “normal” salvo la lógica ausencia a la exposición solar.
En cuanto a las cicatrices (hay que recordar que la estría se debe considerar una cicatriz), se puede decir que es exactamente lo mismo, sobre todo para las atróficas.
Por último y no menos importante, aunque comencemos a objetivar mejorías a partir de las primeras 4 – 6 semanas, hay que recordar que como cicatrices que son, precisan de un tiempo de evolución largo. Los mejores resultados los podremos comprobar al año de terminar el tratamiento.